domingo, 24 de abril de 2011

FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN


Vida nueva... Nathan Stone sj


Todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva. Romanos 6:3-4


Aleluya, aleluya, aleluya.

No tengan miedo, aleluya.

Yo sé que buscan a Jesús crucificado.

Yo sé que la tragedia se te pega en el paladar, que el sufrimiento es real y no lo has superado. Sin embargo, no está aquí, pues, ha resucitado, aleluya.

Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto, aleluya.

No lo podrán encontrar entre los muertos, aleluya.

Porque Cristo vive, aleluya.


Si vive él, entonces, el todo que quedó en nada por su muerte, no quedó en nada, sino en todo. El Reino proclamado no quedó en nada, sino en todo. La sanación de los enfermos, la vista a los ciegos, la libertad a los prisioneros, no quedaron en nada, sino en todo. Las bienaventuranzas, el tesoro escondido, la semilla de mostaza, no quedaron en nada, sino en todo. La vida de la hija de Jairo, la vida del hijo de la viuda, la vida de Lázaro, no quedaron en nada, sino en todo, aleluya.


La crucifixión de Jesús pretendió desmentir su mensaje, la libertad, el amor gratuito, la buena notica. Pretendió transformar la esperanza de mundo nuevo en un cadáver vigilado por soldados, y no pudo. La ejecución de Jesús era para colocar las riendas de la religión nuevamente en manos humanas, bajo el control de las autoridades correspondientes, para la conveniencia de los poderosos. No resultó, porque el amor es más fuerte, la vida más potente, aleluya, aleluya.


No está aquí, entre los muertos. No está aquí, entre los cadáveres. No está aquí, entre las tumbas. No está quieto, sino en movimiento. No es solo recuerdo, sino misión. No está aquí, recostado en su sepultura, porque está vivo, activo, en el mundo, ahora, haciendo cosas, renovando la creación, aleluya.


Por el bautismo, fuimos sepultados con Cristo, para ser, con él, resucitados. La promesa no es el cielo después si te portas bien ahora. Anda a Galilea, ahí lo verás, hoy. Comparte la ruta del pobre, el espacio del marginado, la añoranza del joven. La promesa es vida nueva, sentido, llamado, misión, ahora. Peregrinarás acompañado por el mismo que venció a la muerte, aleluya.


No está aquí, muerto, quieto y triste. Está ahí fuera. La gloria del Padre es la vida del Hijo, multiplicado en testimonio, elevado a potencia exponencial. La resurrección del Cristo ungido, Rey del Universo, es el nuevo Big Bang:explosión originaria de vida en amor para toda la creación. Porque grande es su amor, aleluya, porque eterna es su misericordia, aleluya.


No te quedas sentado, aleluya.

Todo ha cambiado, aleluya.

Cristo venció a la muerte, aleluya.

La piedra desechada es la piedra angular, aleluya.

En esta noche de gracia, se une el cielo con la tierra, el espíritu con la carne, aleluya.

Celebremos las bodas del Cordero, aleluya.

Cristo, nuestra pascua, aleluya, aleluya.

Jesús, nuestra paz, aleluya, aleluya, aleluya

viernes, 22 de abril de 2011

El Gran Silencio

Por Nathan Stone sj

A eso de las tres de la tarde, Jesús gritó con fuerza: Elí, Elí, lamá sabactani, que quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Al oírlo, algunos de los presentes decían: Está llamando a Elías… Los otros le decían: Déjalo, veamos si viene Elías a salvarlo. Pero nuevamente Jesús dio un fuerte grito y expiró. Mateo 27;46-49

Silencio. Nada que decir, nada que comentar. Solo silencio. Ya fueron las últimas notas del concierto, los últimos pasos de la danza, las últimas gotas del vino fino, y se acabó. Ya pasaron los tiempos buenos, los mejores frutos, los buenos amigos, y nos quedamos solos. Abandonados. Sin esperanza. Sin palabras. En silencio.

Así, también, la muerte. Quienes acompañan al moribundo se quedan oyendo como lucha por respirar, cada aliento, un esfuerzo ahogado, hasta que finalmente, nada. Terminó. La tía, el amigo, la hija, el hermano, no existe más. A veces, paz, pero siempre, silencio.

El ser humano, de acuerdo a la definición filosófica, por naturaleza exige una explicación. Quizás sea por soberbia, pues, las mejores explicaciones no pasan la prueba trigonométrica de la claridad distintiva y racional. ¿No hay mal que por bien no venga? Así dicen, pero no es razonable, y tampoco es verdad. Mejor no llenar la nada con palabras necias. Nos quedamos humildemente escandalizados, y en silencio.

Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Dios mío, ¿no te acuerdas de tu alianza? Dios mío, ¿qué pasó con la Tierra Prometida, la Buena Noticia y el Reino de Dios? No hay mayor escándalo que la muerte de Jesús. En él, sus discípulos han perdido todo. Los pocos que llegaron hasta el final han quedado, también, en silencio.

Esto comenzó como visita divina al mundo, para renovar la creación. No obstante, el Dios-con-nosotros ya no está. La salvación del marginado, la libertad del prisionero, el refugio al forastero, la salud para el enfermo y la vista para el ciego, pues, ya no. Todo quedó ceniza de la noche a la mañana, cuando el fuego del infierno también pasó, callando el canto de gloria, dejando olor a humo, muerte y silencio.

Teólogos y pastores pretenden dar cuenta de la lógica de Dios. Que así fue la voluntad del Padre, que todo era parte de un plan secreto, que Adán dejó una deuda que tenía que ser pagada con la sangre de Jesús: teoría brutal, miserable y carente de compasión. Callarse mejor, pues, un Dios que trama esquemas como éstas no sería de confiar. Testigo de dolor tan grande, el Creador ha quedado sin palabras. Que el teólogo guarde, a su vez, respetuoso silencio.

Ante el desgarro del corazón compasivo, nada que decir. Ante la pena infinita de un Padre que acaba de perder a su Hijo, ningún consuelo vale. Escándalo, tristeza, horror, y después, sólo compartir el sigilo de la Palabra hecha carne, desangrada y silenciada.

Si Dios es amor, hoy por hoy, el odio salió ganando; odio injusto, humillante y traicionero; odio feo, cruel y violento. Un grito fuerte, un reclamo justo de Mesías malherido que llega hasta el cielo, al protector que no protegió, al salvador que no salvó, al liberador que abandonó, y luego, silencio.

No hay palabras sabias, esta vez. No hay comentarios inteligentes ni explicaciones iluminadoras. Hoy, sólo un desierto para cruzar en noche oscura, y el gran silencio.

Viernes Santo


Por Nathan Stone sj


Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. Isaías 53:14


En este Viernes Santo, siento la necesidad de recordar a Héctor Marcial Garay Hermosilla, el Tito, nacido 1956 en Santiago de Chile, detenido y desaparecido el 8 de julio de 1974. Tenía 18 años cuando se lo llevaron desde la puerta del departamento de su madre. Ella fue testigo del suceso, y lo buscó hasta su muerte en agosto de 2006. Nunca supo su paradero.


Recordar al Tito en Viernes Santo no significa que era Jesús, ni santo, ni salvador de su pueblo, sino uno de miles que han perdido la vida injustamente acusados, torturados y ejecutados como parte de programas oficiales de gobiernos e instituciones en un mundo moderno que se cree democrático, respetuoso y libre. Es doloroso, pero imprescindible recordar.


Dios le dio una vida, y la dictadura del General Pinochet se la quitó. En esos años, era costumbre oír, en boca de los chilenos patriotas, no los pillaron rezando. No, en el caso del Tito, lo pillaron llegando a su casa desde la universidad donde era dirigente y militante. Se había ido para rendir una prueba de matemática. De alguna forma supo que agentes de la policía secreta iban en camino a su casa y volvió, porque estaba su madre sola en casa. Su padre estaba muerto, y el Tito era el hombrecito de la casa.


Lo llevaron, diciendo que era para hacerle algunas preguntas, nada más, y que lo soltarían en algunos días. No volvió. Su itinerario, según otros prisioneros sobrevivientes, incluyó la Villa Grimaldi y Cuatro Álamos; tortura, quebranto y un balazo final en una prisión en un lugar indeterminado en el sur. No se sabe más. Información oficial nunca hubo.


Lo que fue notablemente ausente en su proceso fue un juicio. No fue acusado, ni condenado ni sentenciado. Sencillamente, desapareció. En ese tiempo, la gente solía decir, por algo fue. La fantasía de un mundo justo es de las más difíciles de despejar.


Muchos chilenos sentían molestos por las incomodidades de la Unidad Popular, y alguien tenía que pagar. Tenía que correr la sangre de alguien, no importaba quien, para restablecer el orden. La justificación de la dictadura era que estos jóvenes tenían que morir para evitar el caos y el terrorismo. ¿Cómo eso? ¿Culpables, mediante decreto oficial, de abstracciones, blasfemias y fantasmas? Es quizás eso que me hace recordar al Tito en Viernes Santo.


Me duelen las injusticias que yo he vivido: acusaciones falsas, insinuaciones y descalificaciones. Que sea todo por el Reino de Dios. Pero ni se comparan con el enjuiciamiento injusto del Tito. No llevan relación alguna con la tortura y sumaria ejecución de los tres mil detenidos desaparecidos de Chile. Veinte mil en Argentina. Sin contar Brasil, Uruguay, Guatemala y El Salvador. Hay que sumar las víctimas del apartheid en Sudáfrica, los torturados de Abu Graib y Guantánamo, los exterminados en los campos de concentración hitlerianas, y cuántos más.


La paranoia del mundo moderno ha extendido la suspensión del proceso jurídico a muchos lugares y personas. Cada uno tenía rostro, nombre, familia, hermanos, amigos; angustias, alegrías y esperanzas. Trágicamente, los estados y sus instituciones se sienten justificados al así negar la vida a otros. Así tienen que hacerlo, según ellos, para definir su propia identidad.


Vemos las enormes injusticias de otros lugares y tiempos, diciendo que aquí y ahora, no es así. Pero es así. Seguimos gritando, aunque sea de lejos, aunque sea con nuestra complicidad pasiva, Crucifíquenlo, crucifíquenlo. Que el recuerdo del Tito nos salve de nosotros mismos.

miércoles, 20 de abril de 2011

Calendario Actividades días Santos

Les invitamos a que revisen el calendario (a la derecha del Blog) para revisar las actividades de estos días santos.

miércoles, 13 de abril de 2011

Pastoral en el lugar de trabajo


Recomendado por Gina Escorza

LA SANTIDAD ES LA MEDIDA DE LA VIDA CRISTIANA


CIUDAD DEL VATICANO, 13 ABR 2011 (VIS).-Durante la audiencia general de los miércoles, Benedicto XVI concluyó el ciclo de catequesis que ha dedicado durante dos años a las figuras de tantos santos y santas "que por su fe, su caridad, y sus vidas fueron y siguen siendo faros para muchas generaciones", y ofreció algunas reflexiones sobre la santidad.


"A menudo seguimos pensando -dijo el Papa- que la santidad sea una meta reservada a pocos elegidos". Sin embargo, "la santidad, la plenitud de la vida cristiana, no consiste en llevar a cabo hazañas extraordinarias, sino en unirse a Cristo, (...) en hacer nuestras sus actitudes, (...) su comportamiento. (...) El Concilio Vaticano II, en la constitución sobre la Iglesia, habla con claridad sobre la llamada universal a la santidad, afirmando que ninguno está excluido".


Pero una vida santa, prosiguió el pontífice, "no es principalmente el resultado de nuestro esfuerzo, porque Dios es (...) quien nos hace santos, es la acción de su Espíritu que nos anima desde dentro, es la misma vida de Cristo resucitado que se nos comunica y nos transforma. (...) La santidad, por tanto, tiene su última raíz en la gracia bautismal, en ser injertados en el misterio pascual de Cristo, con el que nos comunica su Espíritu, su vida de Resucitado. (...) Ahora bien, Dios siempre respeta nuestra libertad y nos pide que aceptamos este don y vivamos las exigencias que comporta, pide que nos dejemos transformar por la acción del Espíritu Santo, conformando nuestra voluntad a la voluntad de Dios".


"¿Cómo puede suceder que nuestra forma de pensar y nuestras acciones se conviertan en el pensamiento y la acción de Cristo?", se preguntó el Santo Padre. "Una vez más -dijo- el Concilio Vaticano II nos da una indicación clara; nos dice que la santidad cristiana no es más que la caridad plenamente vivida". Pero para que la caridad "como una buena semilla, crezca en el alma y dé frutos, los fieles deben escuchar de buen grado la palabra de Dios y, con la ayuda de su gracia, cumplir con obras su voluntad, participando con frecuencia en los sacramentos, especialmente la Eucaristía (...) aplicarse a la oración, a la entrega de sí en el servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes. (...) Por lo tanto, el verdadero discípulo de Cristo se caracteriza por la caridad, sea hacia Dios que hacia el prójimo".


"La Iglesia, durante el año litúrgico, nos invita a recordar una serie de santos, es decir, a aquellos que vivieron plenamente la caridad, supieron amar y seguir a Cristo en su vida cotidiana. Todos ellos nos dicen que es posible para todos recorrer este camino. (...) Todos estamos llamados a la santidad: es la medida de la vida cristiana".

Benedicto XVI concluyó invitando a todos a "abrirse a la acción del Espíritu Santo que transforma nuestras vidas, para ser también nosotros teselas del gran mosaico de santidad que Dios sigue creando en la historia".

AG/


Recomendado por Guillermo Baranda

lunes, 11 de abril de 2011

Foro: Situación de la Iglesia y sociedad chilena hoy.

Los invitamos a un foro de conversación con el P. Antonio Delfau, sj (Director Revista Mensaje) sobre la situación de la Iglesia y sociedad chilena hoy. El mismo foro se realizará en dos días distintos y a horas distintas, por lo que se puede optar por cualquiera de las dos alternativas.

El P. Antonio ha tenido una destacada participación y presencia este último año en variados medios de comunicación del país a raíz de las acusaciones de abuso del P. Fernando Karadima.

Esta es una buena instancia para el diálogo y reflexión sobre lo que estamos viviendo como Iglesia y sociedad chilena.


Jueves 14 de abril, 21:00 hrs. (Casa CVX).
Viernes 15 de abril, 9:00 hrs. (Colegio San Luis)

martes, 5 de abril de 2011

Declaración CVX Secundaria Pto. Montt

Declaración Pública.

Sobre la Iglesia y lo que ésta vive actualment

Como secundarios de la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) de Puerto Montt no hemos quedado indiferentes ante los últimos hechos que han movido a nuestra Iglesia. En estos días hemos experimentado tristeza y decepción, pero también hemos encontrado razones para confiar y tener esperanza.

Las declaraciones efectuadas por el señor James Hamilton hace aproximadamente dos semanas en el programa “Tolerancia Cero” y las posteriores reacciones surgidas por parte de ciertos sacerdotes y laicos en los medios de comunicación nos ha llevado a que también nosotros, como Consejo de Servicio de la señalada Comunidad queramos expresar nuestro más profundo pesar y dolor por los abusos cometidos por parte del sacerdote Fernando Karadima, ex párroco dela Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de El Bosque.

Creemos que estos casos han sacado a relucir la cara más oscura de nuestra Iglesia. A los abusos, se le suman acusaciones de encubrimiento por parte de altos cargos de la jerarquía de la Iglesia. A muchos de nuestros compañeros les ha llevado a cuestionarse el deseo de formar parte de una Iglesia que pareciera que hoy está profundamente enferma y que necesita ser sanada lo más pronto posible.

A pesar de lo anterior, nosotros hemos podido reconocer que nuestro llamado es a no perder de vista que no ha sido la totalidad de la Iglesia la que ha sido partícipe de estos abusos, sino que han sido casos específicos dentro del clero. Nosotros, jóvenes laicos comprometidos con la construcción del Reino, queremos explicitar nuestro cariño y confianza en la Iglesia, de la cual nos sentimos responsables pues sabemos que somos también nosotros las que la conformamos.

Es en este contexto en que invitamos a nuestras comunidades y a nosotros mismos de manera personal a mostrar la otra cara de la Iglesia. Esta que nos ha llevado a vivir en comunidad con una fuerte y decidida opción por los pobres, que nos ha ido ayudando a ver el mundo y a nosotros mismos de una manera diferente; esta Iglesia de la que hemos recibido nuestra fe y que nos ha regalado la oportunidad de crecer como personas; esta Iglesia que nos ha ido mostrando, a través de la Eucaristía, los Ejercicios Espirituales y otras instancias, una fe que nos compromete con la promoción de la justicia.

Tenemos razones para estar agradecidos. Esta misma Iglesia, con la que ahora sufrimos y nos dolemos, es la que nos ha enseñado una manera nueva de vivir nuestra vida a través de la CVX. Queremos transmitir esta Buena Noticia, y así ayudar a construir un mundo de justicia y paz. Y lo queremos hacer desde nuestra Iglesia, con la cual queremos caminar hacia una forma de vida que sea más testimonial de la misión que ha recibido.


Consejo de Servicio

CVX Secundaria, Puerto Montt.

Carta Monseñor Ezzati

Autor: Mons. Ricardo Ezzati Andrello, sdb
Fecha: 02/04/2011
Arzobispado de Santiago

Hoy más que nunca, permanezcamos en su amor

Mensaje del Arzobispo de Santiago a los fieles y comunidades de la
Arquidiócesis

Hermanas y hermanos de la Arquidiócesis:

Con renovada esperanza me dirijo a ustedes en este tiempo de Cuaresma que
nos prepara para la Semana Santa y la Pascua de Resurrección. Lo hago en
un momento de gran dificultad para la Iglesia de Santiago. Es comprensible el
dolor, el desconcierto y la inquietud que experimenta una comunidad cuando
personas consagradas a Jesucristo, de quienes se espera un testimonio
coherente de amor y servicio, incurren en gravísimas faltas que dejan víctimas,
escandalizan y desilusionan.

Frente al abuso sexual, que a los ojos de Dios es también un “espantoso
pecado”, no podemos quedar indiferentes. En ningún caso esta violencia
contra los más pequeños y vulnerables puede ser justificada o protegida. Como
Iglesia, nos corresponde trabajar y colaborar decididamente para sacar de raíz
este mal de nuestra sociedad, y asumir un rol activo en la prevención a los
niños y niñas en todas las instancias pastorales y educativas católicas.

Los fieles de la Arquidiócesis pueden estar seguros de que su pastor hará todo
lo que esté a su alcance para que se establezca la verdad y se logre la justicia
en las denuncias que involucran a personas consagradas. No debemos temer
la verdad que nos hace libres; darla a luz puede resultar doloroso, pero nos
regala también la esperanza de tiempos mejores en una Iglesia purificada.
Por eso, reafirmo mi voluntad de garantizar un debido proceso canónico para
quienes se sientan legítimamente lesionados en sus derechos y, al mismo
tiempo, reitero la invitación que ya formulé a colaborar con la justicia civil como
ciudadanos corresponsables del bien común. Reitero el llamado a las personas
que, en conciencia, quieran presentar su testimonio sobre situaciones de esta
naturaleza, para que lo hagan con plena confianza en las instancias previstas
por la Iglesia y por la Sociedad Civil.

Sé que en muchas comunidades este tema se está reflexionando con
sinceridad y respeto. Es necesario fomentar un diálogo abierto, en un ambiente
de respeto, fe y fraternidad, a fin de que los fieles tomen mayor conciencia
de sus derechos y deberes, tanto en lo referido a proteger la integridad
de los menores, como en la conveniencia de revisar estilos de acogida y
acompañamiento, de liderazgo y autoridad.

Invito a todos los fieles a un tiempo de especial oración por los sacerdotes y
consagrados de nuestra Iglesia. Pidan al Padre de misericordia que nos haga
dóciles a su Espíritu; que sepamos ser humildes servidores suyos en cada
persona y en sus necesidades. Demos gracias por el testimonio de tantos
presbíteros y diáconos, religiosos, religiosas, laicos y laicas cuya vida entera
refleja al Señor en el servicio que prestan a su pueblo. Que el desborde de
fe y de gozo de estos discípulos – misioneros, nos vuelva a Cristo, centro de
la vida y misión de la Iglesia; una Iglesia que queremos humilde y servidora,
casa abierta y acogedora, “mesa para todos” y recinto seguro de crecimiento
humano y cristiano, para niños, jóvenes y familias.

En la herida abierta que desconsuela, el Señor nos dice: “No teman”; “como el
Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor” (Jn
15,9). Permanezcamos unidos a Cristo, como la rama a la vid, y produciremos
frutos abundantes. El dolor de este tiempo de poda, nos eduque. Sabemos
que alcanzará sentido purificador y fecundo en Cristo Resucitado. La noche
puede ser larga, pero finalmente amanecerá la luz, la luz verdadera, la que
ilumina a todo hombre y que es Cristo el Señor. Los invito a caminar tras esta
luz con confianza y perseverancia.

Con afecto de padre y pastor los saluda y bendice,

† Ricardo Ezzati A.
Arzobispo de Santiago

lunes, 4 de abril de 2011

Curso de Inicio CVX Jóvenes


El sábado 2 de abril comenzaron los cursos de inicio para ingresar a la CVX jóvenes en Antofagasta. En el primer curso participaron 20 jóvenes, a los cuales se les mostró la realidad de nuestro mundo fragmentado, a través de sonidos, noticias y videos.






Fotos: Catalina Anguita



Curso de Guías

Les invitamos que ingresen a la sección Conferencias Virtuales de la página CVX Chile, para que puedan ver y descargar el Curso: Visión Global de la Experiencia de los EE, que se desarrolló este sábado 2 de Abril.

domingo, 3 de abril de 2011