sábado, 17 de noviembre de 2012

CVX Jóvenes Afta en Encuentro Nacional de la rama




Fotos de Carito Gutierrez

Nueva comunidad Joven

Comunidad Joven formada por Javier Tapia,Rosario Fassi CerdaGuillermo Araya AvilésRodrigo Pinto TorrejónOscar Gonzalo Sepúlveda CortésDominique Artal Vergara,Salvador Vicuña Gallegos, Francisca Herrera, Carito Flores, Francisca Rojas, Gonzalo Saez, Andres Toro-Ladner y Gabriel Santiago; y guiada por Nataly Chamorro Martínez, ya tiene nombre y es ZIRCÓN.


Para leer la definición de este nombre haz click en https://www.dropbox.com/s/4px7dvaeso7lw0m/Zirc%C3%B3n.docx?ref=nf


Nueva comunidad Adulta


Comunidad Adulta formada por Gabriela Monardes, Luisa Moyano, Marcelo Bravo, Claudia Valdivia, Marcela Pereira, Vivian Rojas, Gloria León y Heliana, y que es acompañada por Pablo Kramm Yuraszeck, ya tiene nombre y es RUAJ.

RUAJ (de origen hebreo y género femenino)= Espíritu Santo, Aliento y Fuente de vida, Vida por la que Dios obra o hace obrar, Padre y Madre, un vientre gigante y fecundo, que pr
otege, alimenta, acuna, engendra y mantiene/sostiene la vida humana. Es abrazo cariñoso "calientito y seguro", es fuerza, alimento, ternura. Es comunidad y pueblo. Es relación eterna de donación en gratuidad del Padre al Hijo y del Hijo en total gratitud al Padre… es el amor del Padre y el Hijo

Todo nuestro cariño a cada uno de los integrantes y que el ESPÍRITU los acompañe por largo tiempo de la vida comunitaria, apostólica para en todo amar y servir.















miércoles, 5 de septiembre de 2012

Oraciones por SIRIA


Compartir en la catastrófica situación en Siria

Siria está sangrado
El mundo está observando
Cada gota de sangre que fluye provoca resentimiento y odio
Frente al sufrimiento, la miseria, la  tristeza,la impotencia y la muerte, todavía estoy buscando esta pequeña luz muy potente que abre mi corazón al perdón, paz, amor, esperanza y confianza
Invito, queridos amigos, para compartir mis oraciones por los muertos de nuestros hermanos sirios, por seguridad, la victoria sobre el sufrimiento, la paz y la resurrección de la Siria Nueva.
Señor de la paz,
Ten piedad de Siria
Danos Paz
Unión de oración
Antoine Taoutel
CVX – Siria

jueves, 16 de agosto de 2012

Mensaje Miguel Collado

Video de Roberto Bravo V


Motivo al día Nacional de la CVX, les compartimos este mensaje de Miguel Collado, presidente del Consejo Nacional

miércoles, 15 de agosto de 2012

Saludo Consejo Nacional


FELIZ DIA NACIONAL DE CVX.
Queridos amigos y amigas de CVX
Hoy es un día para agradecer  el regalo de nuestra vocación que nos distingue como laicos en el gran cuerpo de la Iglesia y para ponernos, una vez más, al amparo de la Virgen que nos muestra  el camino para encontrar a su Hijo.
Sentimos una profunda alegría al experimentarnos dispersos a lo largo y ancho de nuestro país y, sin embargo, más unidos que nunca.  Esta es una gran gracia, si no la más importante, que hemos recibido en el último tiempo.
Hemos crecido integralmente como Cuerpo Apostólico, hecho que se verifica en signos muy claros: Aumenta el número de compañeros y compañeras de comunidad; se  intensifica nuestro compromiso apostólico con Cristo en el pobre, haciéndose más incidente y organizado; revive el deseo de hacer y compartir con otros los Ejercicios Espirituales; crece nuestra responsabilidad económica con la Comunidad; profundizamos aún más en una relación fecunda con la Compañía de Jesús…
Podríamos seguir con esta lista, pero preferimos que la continúen  ustedes, para que nuestra acción de gracias sea completa.   Gracias Señor por regalarnos en este tiempo la experiencia de un “mismo sentir”, tal como se lo regalaste a la primera Comunidad de los Discípulos, en aquellas primeras horas del Tiempo de la Iglesia.
Los frutos de la última Asamblea Nacional nos van poniendo  por delante tareas y deberes  muy grandes y exigentes para todos.  Sin embargo, no será nuestro voluntarismo el que las saque adelante con éxito, sino el Espíritu que desea actuar con fuerza  por medio de CVX, para bien de nuestro  país polarizado entre el dinero y el descontento que necesita mejorar en lo socio político; para bien de nuestra Iglesia que necesitar renovarse para convocar mejor; para bien de nuestra Comunidad que desea ser al mismo tiempo más sólida y ágil para servir.
Donde quiera que se encuentren, reciban en este día un abrazo cargado de esperanza y de confirmación.  Les proponemos que en la Eucaristía o Reuniones con la que celebraremos este día, salgamos al encuentro de las manos de nuestros hermanos y hermanas cuando recemos el Padrenuestro.  Así nos presentaremos ante el Señor como lo que de verdad somos: Una sola Comunidad animada por el Espíritu, reunida en torno a Jesús, en obediencia al Padre que nos devuelve al mundo para regalar la vida siguiendo a su Hijo.
¡FELIZ DÍA NACIONAL DE LA CVX!
CONSEJO NACIONAL
CVX-CHILE

martes, 7 de agosto de 2012

Los Ejercicios... La intención de Ignacio


Por Nathan Stone

¿Para quiénes eran los Ejercicios, originalmente?  Sabemos que Ignacio los hizo después de ser herido, a los veintiséis.  Sabemos que los daba a los estudiantes pobres, como Pedro Fabro; y a los ricos de edad madura, como Francisco de Borja.  Además, sabemos que postergó la experiencia de Francisco Javier, porque encontraba que no estaba en condiciones.  Entonces, hay un momento preciso en la vida, y una predisposición emocional o espiritual, pero no hay una edad precisa, o clase social predeterminada.[1] 

Ignacio no era selectivo en la misma manera que hoy lo somos.  ¿Son más limitados nuestros recursos?  O bien, ¿será que hemos caído, poco a poco, en el elitismo?  El principio del bien mayor parece llamarnos a dar los Ejercicios a los que tienen gran influencia en los asuntos mundanos.  Es decir, a la gente mayor, con amigos bien ubicados, o dinero para donar a causas nobles.  ¿Qué pasa con los que sólo tienen sus vidas para ofrecer?

En la primera Anotación, encontramos el propósito del proceso: quitar los afectos desordenados, y después, buscar la voluntad divina en la disposición de la vida, [1].[2]  Los apegos personales, valores culturales y presuposiciones ideológicas se examinan.  Algunos se hallan contrarios al modo de proceder de Jesús.  Otros, sin ser malos, condicionan las opciones, o crean obstáculos.  El joven define su identidad abrazando algunas de sus motivaciones y superando otras.  Luego, escoge el sendero a seguir.  Sin compromisos previos, puede entregar su vida a Dios.  La persona mayor, destinatario actual para los Ejercicios, rara vez se encuentra con tanta libertad, porque está en otra etapa. 

El ejercitante es exhortado, por honor, en cuanto sea posible, a ofrecerse en tal vida o estado [98].  Ignacio supone una opción radical, sacrificada, de servicio mayor, en pobreza, pero nunca nos dice a cuál vida o estado se refiere.  El director no debe inclinar la balanza, y al mismo tiempo, debe animarle a moverse hacia el compromiso mayor [14-15].  El ejercitante debe imaginarse entregando su vida en las maneras varias que ha descubierto al discurrir en su oración [53].  Debe decidirse, a base de consolaciones y desolaciones asociadas con cada opción, [175-178].  Por vida o estado, se entiende, un oficio o profesión; soltero o casado; religioso, clérigo o laico.  Esta pieza clave del proceso claramente apunta al joven a punto de tomar opciones en esas materias.

En el Preámbulo para considerar estados, al principio de la Segunda Semana, Ignacio llama al ejercitante a pesar sus opciones, mirando su entorno, y pidiendo orientación del Señor.  Al mismo tiempo, debe contemplar la vida de Jesús, como hombre joven, que en ese momento, busca la mejor manera de servir a su Padre Eternal[135].  Por supuesto, es la oración de un joven. 

En el Preámbulo para hacer elección [169], Ignacio advierte que, frecuentemente, los fines se confunden con los medios.  El ejercitante debe elegir una vida o estado para servir y alabar a Dios, en cuanto le sea posible, en vez de solamente servir y alabar a Dios en una vida ya elegida. [3]  Muchas veces, la segunda opción es lo que le queda a una persona mayor, porque sus opciones están resueltas.  El momento óptimo para esta búsqueda es antes de elegir.  Con la excepción del joven religioso que está considerando sus votos, la mayoría de los ejercitantes hoy llegan después de haber tomado sus decisiones vitales, desafortunadamente.

Ignacio advierte que el ejercitante solo puede cambiar lo mutable. Los compromisos inmutables, como el matrimonio, la paternidad o el sacerdocio, no deben ser reconsiderados, [171].  Sin embargo, toda vida puede ser reformada, [189].  Podemos suponer que los Ejercicios hechos en la madurez son auténticos, pues, no hay límites sobre el amor de Dios.  Recibe en casa a cada pecador, como sea, en la cárcel, o en su lecho de muerte.  Toda vida puede ser salvada, no importa el naufragio que ha habido.  Todos pueden, además, por buenas que sean, aspirar a un grado de santidad mayor.

Sin embargo, ¿qué pasaría si diéramos los Ejercicios a los jóvenes antes de que tomen sus opciones vocacionales?  ¿Qué sucedería si Dios pudiera entrar en sus corazones antes de resolver sus compromisos íntimos?  ¿No estarían mejor habilitados para amar a su Señor, y afiliarse a su Rey?  ¿No serían más libres para comprometerse en el servicio de los demás?  Los jóvenes se ponen en marcha, sin mirar atrás, porque pueden.



[1] Cf. John O’Malley sj, The First Jesuits, (1993), pp. 37-50, esp. p. 38, 40.
[2] Los números en corchetes se refieren a los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, de acuerdo a la enumeración tradicional de los párrafos. 
[3] Cf. [154].  El Segundo binario es tentación para el joven, pero es la realidad del hombre mayor.

domingo, 22 de julio de 2012

Bicicleta por Nathan Stone sj

Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.  Marcos 6:34
  
Encuentro que la época del automóvil se acabó.  Estoy hablando en serio. 
En el campo cerca de Austin, hay un museo de autos antiguos donde uno puede conocer desde los primeros carros sin caballo de 1895, (algunos a vapor), hasta modelos deportivos clásicos, incluyendo un Delorean, por si alguien quisiera volver al futuro.  En su conjunto, la muestra es un homenaje a la gloria y vanidad del siglo XX.  Los artefactos ahí exhibidos fueron sumamente cotizados como símbolos de prestigio e importancia en la sociedad.  Hasta el día de hoy, la vida gira en torno a seis pistones y una caja de cambios.  Pero no puede continuar así. 
Los modelos más antiguos tienen ruedas de madera, y van abiertos a los elementos.  No eran para velocidades de más que veinte por hora, así que no había que protegerse del viento ni nada.  La gente alcanzaba, incluso, a conversar con los vecinos al pasar. 
Hubo respetados integrantes de la comunidad científica que especulaban sobre la posibilidad de sobrevivir velocidades mayores de treinta por hora.  Creían que los órganos internos del ser humano no aguantarían.  Ahora, todos van rápidos, cada uno aislado en su cápsula de vidrio reforzado, con música fuerte y aire acondicionado.  Nadie conversa con nadie, salvo por celular.  No es el corazón que se reventa a cien por hora.  Es el alma. 

En el museo, hay unos yates con ruedas, de los años treinta, diseñados para durar.  Son enormes como el Titanic y con esa misma elegancia singular.  Eran para los pocos integrantes de la casta de la extrema riqueza, algo exclusivo para distinguirse de la multitud.  Luego, llegamos a los Ford de producción masiva, para que cada uno tuviera el suyo.  Los alemanes, por su lado, crearon el Volkswagen, el carro para el pueblo, diseminando el sueño de que cualquier ser humano, podría, y para merecer el respeto de sus pares, debería, tener uno. 

Después de la Segunda Guerra, cuando el mundo dejó de hacer tanques y aviones para matarse, se dedicaron a la producción masiva de autos y carreteras, también para matarse.  El sueño del automóvil personal ahora es una realidad, y cobra más vidas humanas que la guerra, el terrorismo, la violencia urbana y el narcotráfico.  En los países en vías de desarrollo, los políticos prometen autos personales para el pueblo, para no ser menos.  Podrían prometer una epidemia de tuberculosis, o un terremoto. 
Yo recuerdo la inundación de autitos nuevos en Santiago cuando comenzó el “milagro económico” del régimen militar.  Por las antiguas calles diseñadas para caballos y tranvías, comenzaron a transitar muchos choferes principiantes.  Era un peligro público.  Ahora, los autos son más grandes y refinados.  Santiago está irreconociblemente tapado con cemento. 
Consecuencia del glorioso automóvil, las ciudades “modernas” están diseñadas de tal forma que ningún ciudadano puede vivir sin tener uno.  Vidas enteras se pierden en el trayecto diario obligatorio entre aquí y allá.  Ya nadie vive a una distancia razonable del trabajo.  ¿Para qué?  ¿Si todos tienen automóviles?  Es una adicción colectiva.
En un siglo, la humanidad ha incinerado más combustible que en los seis mil años anteriores.  Hay un exceso de dióxido de carbono en la atmosfera, y va transformando el clima por el efecto invernadero.  El planeta está quedando más caliente.  Es como ese autito estacionado con las ventanas cerradas a todo el sol.  Dentro de poco, nadie podrá vivir ahí adentro. 

Lo que es peor, el automóvil ha transformado el carácter de las personas.  Encerrados y aparentemente protegidos cada uno en su pequeño mundo, la gente ya perdió su contacto con el entorno. No se saludan unos con otros.  No se preocupan de cómo están los vecinos.  Para eso, hay programas sociales de gobierno, ONG’s y, por último, la policía.
Yo, por mi parte, en cuanto sea posible, renuncio al uso del automóvil.   La bicicleta es mejor.  Me ha transformado la vida.  Sencilla y sin elegancias, no te deja pasar desconectado.  Aun cuando vayas rápido, se alcanza a saludar a la gente.  El automovilista vive separado del mundo.  El ciclista pedalea por el mundo, vive en él, y es parte de él.  Creo que una vez perdí el trabajo por causa de la bicicleta.  ¿Cómo entender que alguien con un cargo de responsabilidad institucional en una prestigiosa universidad no use su espacio reservado en el estacionamiento directivo?  Los automovilizados no me respetaron.
Igual, no la cambio.  La bicicleta me rehízo la vida.  El pedaleo te permite tener compasión por la multitud.  Sin esa, no hay vida.

viernes, 15 de junio de 2012

La navaja de Occan por Nathan Stone sj


Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomen, esto es mi Cuerpo.                Marcos 14:24


De acuerdo a la devoción de los fieles, el Santo Sudario es la sábana en la cual el cuerpo del Señor crucificado fue enterrado durante tres días en la tumba nueva.  El artefacto es mencionado en el evangelio de San Juan; luego, reaparece como objeto de devoción en 1347.  Es cierto que demuestra marcas consistentes con el cuerpo sin vida de un crucificado, pero el Imperio Romano crucificó a muchos.  Por lo demás, nadie puede dar fe de dónde estaba durante trece siglos, ni por qué apareció en aquél momento. 

Una prueba de datación por radiocarbono en 1988 indica que la tela misma tuvo su origen en el Medioevo.  La Santa Sede emitió una humilde declaración valorando la devoción de generaciones de fieles, que si bien el Sudario no es auténtico,  la fe del pueblo, sí, lo es.  Por eso, continúa siendo un tesoro que recuerda la riqueza histórica del pueblo de Dios.

Nadie sabe, a ciencia cierta, el origen de la reliquia, pero la explicación más simple es que fue una obra de arte devocional, realizada por algún inspirado en su momento, algún santo anónimo, quizás, a partir de su propia experiencia mística del Crucificado.  Admirado por el pueblo, con el pasar de los años, se difundió la noción de que se trataba del sudario propiamente tal.  Más que una prueba de la historicidad de la pasión de Cristo, hay que tomarlo como una prueba de una añoranza en el corazón del pueblo; el deseo de tener un contacto real con Jesús. 
              
El fraile franciscano, Guillermo de Occam, también del Medioevo, propuso como fundamento de la filosofía, que la explicación más simple, siempre y cuando ésta dé cuenta de un fenómeno adecuadamente, es la más probable.  Antes, tanto en la filosofía como en lo que después se conoce como la ciencia natural, hubo mucha especulación; mucha teoría compleja sobre la metafísica platónica; que se suponía necesaria para dar cuenta del universo. 
              
Se explicaba la aparición de los gansos cada año en una cierta temporada por medio de la generación espontánea.  Bajo ciertas condiciones astrológicas, los moluscos se transformaban espontáneamente en aves. Después, se dieron cuenta de que el ganso es un ave migratorio.

Antes, se suponía saber las intenciones de las personas, la fisionomía de los ángeles, la ubicación cosmológica del purgatorio y le temperatura del infierno.  Después, había que reconocer que el hombre no sabe, ni puede, ni precisa saber, todo.  Abrió la puerta para la investigación empírica, en el mundo de las ciencias. Además, reabre la posibilidad de la experiencia mística, en lo espiritual.  El encuentro humano-divino suele ocurrir en la nube del no-saber.
El mundo moderno pretende explicar todo a través de la ciencia empírica.  Eso supone que el mundo es radicalmente material.  El hombre moderno es materialista, en ese sentido. 

Delante de la doctrina de presencia real de Cristo Resucitado en la eucaristía, mezclado con una dosis de fundamentalismo y materialismo, se llega a la complicadísima conclusión de que Jesús, en la Última Cena, estaba decretando una transformación del pan y del vino en cuanto a su composición molecular.  Se insiste que, si alguna vez, se hiciera un análisis químico del Cuerpo Sacramentado, no se encontraría un hidrocarburo complejo consistente con el pan, sino tejido muscular consistente con un cuerpo humano; lo cual es anacrónico, absurdo y sin sentido.  Aunque fuera cierto, ¿cuál sería el sentido de consumir un cadáver, por más que fuera Jesús?

Tiene que haber una explicación más simple.  El Señor instituyó el sacramento eucarístico para recordar la entrega de su vida para la salvación de su pueblo.  No es un milagro de la bioquímica, (la explicación más complicada y menos significativa), sino una maravilla de generosidad, de inmortal que da la vida por los mortales, de pastor que da la vida por sus ovejas, de Rey que entrega su esencia vital para salvar a la gente. 

La realidad de la presencia real eucarística no está en las moléculas, sino en el trasfondo místico.  La realidad del Resucitado presente, del Señor que no abandona a sus discípulos, se concreta en las réplicas que se dan entre los auténticos discípulos.  Empiezan a amar como él amó. 

Eucaristía es un signo de amor entregado, sin embargo, es más que una idea teórica.  Quien comulga con el cuerpo resucitado, quien toma de la copa de la Nueva Alianza, se compromete a tratar a los demás de la misma manera, entregando su vida para así dar vida. 

Es la explicación más simple, y en este caso, es la más profunda. 

CONFIRMACIÓN... A los jóvenes: Tened ideales altos, sed SANTOS


Ciudad del Vaticano, 2 junio 2012 (VIS).- Finalizada la celebración de la Hora Tercia en el Duomo, Benedicto XVI se ha trasladado en automóvil al estadio Guiseppe Meazza (San Siro) para mantener, a las 11.45, un encuentro con los jóvenes que han recibido recientemente o van a recibir el sacramento de la Confirmación, y que han estado acompañados por sus familiares y catequistas; en total, unas 80.000 personas. Ofrecemos a continuación fragmentos del discurso del Santo Padre:

“Ayudados por el itinerario (de formación), habéis aprendido a reconocer las cosas estupendas el Espíritu Santo ha hecho y hace en vuestra vida y en la de todos los que dicen 'sí' al Evangelio de Jesucristo. Habéis descubierto el gran valor del Bautismo, el primero de los sacramentos, la puerta de entrada de la vida cristiana. Lo habéis recibido gracias a vuestros padres (…) que se han comprometido a educaros en la fe”. (…)

“Ahora habéis crecido y podéis decir vosotros mismos vuestro 'sí' a Dios, un 'sí' libre y consciente. El sacramento de la Confirmación confirma el Bautismo y efunde sobre vosotros con abundancia el Espíritu Santo. (…) Tenéis ahora la posibilidad de acoger sus grandes dones que os ayudan, en el camino de la vida, a convertiros en testigos fieles y valerosos de Jesús. Los dones del Espíritu son realidades estupendas que os permiten formaros como cristianos, vivir el Evangelio y ser miembros activos de la comunidad”.

“Toda la vida cristiana es un camino, es como recorrer en compañía de Jesús un sendero, no siempre fácil, que sube a un monte (...); con los dones preciosos (del Espíritu Santo) vuestra amistad con Él será aún más estrecha y verdadera. Ella se alimenta continuamente con el sacramento de la Eucaristía. (…) Por eso, os invito a participar siempre con alegría y fidelidad en la Misa dominical. (...) Acercaos también a (…) la Confesión: es un encuentro con Jesús que perdona vuestros pecados y os ayuda a hacer el bien. (…) Aprended a dialogar con el Señor, confiaos a Él, contadle las alegrías y las preocupaciones, y pedidle luz y apoyo para vuestro camino”.

“En familia, obedeced a los padres, escuchad las indicaciones que os dan, para crecer, como Jesús, 'en sabiduría, edad y gracia ante Dios y ante los hombres'. Finalmente, no seáis perezosos, sino chicos y jóvenes comprometidos, en particular en el estudio: es vuestro deber cotidiano y una gran oportunidad que tenéis para crecer y preparar el futuro. Sed disponibles y generosos con los demás, venciendo la tentación de poneros a vosotros mismos en el centro, porque el egoísmo es enemigo de la verdadera alegría”.

“Si gustáis ahora la belleza de formar parte de la comunidad de Jesús, podréis dar vosotros también vuestra contribución para hacerla crecer. (…) Cada día, también hoy, el Señor os llama a cosas grandes. Estad abiertos a lo que os sugiere, y si os llama a seguirlo por el camino del sacerdocio o de la vida consagrada, no le digáis 'no'. (...) Jesús os llenará el corazón para toda la vida”.


“Os digo con fuerza: ¡Tended a ideales altos, (...) sed santos! ¿Es posible ser santos a vuestra edad? Ciertamente. (…) Lo demuestra el testimonio de tantos santos coetáneos vuestros, como Domenico Savio o María Goretti. La santidad es la vía normal del cristiano: no está reservada a pocos elegidos, sino abierta a todos. Naturalmente, con la luz y la fuerza del Espíritu Santo.(...) Y con la guía de nuestra Madre, (…) la Madre de Jesús, María. (…) Que la Virgen María custodie siempre la belleza de vuestro 'sí' a Jesús, su Hijo, el grande y fiel amigo de nuestra vida”.


RECOMENDADO POR: Guillermo Baranda sj

Para más textos recomendados les invitamos a que visiten los siguientes link:

viernes, 25 de mayo de 2012

Asamblea 2012 y Nuevo Consejo

Durante el fin de semana pasado (18 al 21 de Mayo) se realizó en Padre Hurtado (Santiago), una nueva Asamblea Nacional para elegir al nuevo CEN y para discernir sobre los lineamientos hasta el 2020.
Les dejamos un video de Miguel Collado (Presidente Re-electo) con sus impresiones de lo que se vivió en esos días.



Video de Roberto Bravo, CVX Valparaiso

miércoles, 16 de mayo de 2012

Asamblea Nacional


Este fin de semana se llevará a cabo la Elección de un nuevo CEN y se discernirán los nuevos lineamientos a Nivel Nacional, rogamos a Dios para que podamos escuchar su voz y reconozcamos la mejor forma de caminar hacia las fronteras.

En el siguiente link, se puede obtener más información sobre los candidatos a los cargos, el trabajo de las regiones antes de la Asamblea entre otros...


viernes, 4 de mayo de 2012


Ciudad del Vaticano, 4 mayo 2012 (VIS).-Benedicto XVI recibió esta mañana a cinco nuevos embajadores, no residentes, ante la Santa Sede: Teshome Toga Chanaka (Etiopía); Dato' Ho May Yong (primera representante diplomática de Malasia); David Cooney (Irlanda); Naivakarurubalavu Solo Mara (República de Fiji); y Viguen Tchitetchian (Armenia).

Siguen extractos del discurso que el Santo Padre dirigió, en francés, a los embajadores: “El desarrollo de los medios de comunicación ha hecho que nuestro planeta sea, de alguna manera, más pequeño (...) La constatación del tremendo sufrimiento que la miseria y la pobreza, tanto material como espiritual, causan en todo el mundo llama a una nueva movilización para hacer frente, en la justicia y la solidaridad, a todo lo que amenaza al ser humano, a la sociedad y al medio ambiente”.

“El éxodo hacia las grandes ciudades, los conflictos armados, el hambre y las pandemias, que afectan a tantas poblaciones, desatan una pobreza que en nuestros días ha asumido nuevas formas. La crisis económica mundial hace que cada vez más familias vivan con precariedad. Y cuando la creación y la multiplicación de las necesidades induce a creer en la posibilidad del disfrute ilimitado y del consumo, la carencia de medios necesarios para lograrlo desemboca en la frustración (...) Cuando la pobreza coexiste con una enorme riqueza, brota la percepción de una injusticia que puede convertirse en fuente de rebelión. Por tanto, es necesario que los Estados garanticen que las leyes no aumentan las desigualdades sociales y que las personas puedan vivir decentemente”.

“El desarrollo al que aspiran todas las naciones tiene que concernir a la persona en su integridad y no solamente al factor económico (...) Experiencias tales como el microcrédito y las iniciativas para crear asociaciones equitativas, demuestran que es posible armonizar los objetivos económicos con los vínculos sociales, la gobernabilidad democrática y el respeto por la naturaleza. También es aconsejable, devolviéndoles la nobleza que se merecen, el fomento del trabajo manual y la promoción de una agricultura que redunde en beneficio de la población local”.

“Para fortalecer el factor humano en la realidad socio-política, es necesario prestar atención a otro tipo de miseria: la que se refiere a la pérdida de referencia a los valores espirituales, a Dios. Este vacío hace más difícil el discernimiento entre el bien y el mal y la superación de los intereses personales en favor del bien común (...) Los Estados tienen el deber de promover su patrimonio cultural y religioso, que contribuye al desarrollo de una nación, y de facilitar el acceso a todos, porque familiarizándose con su historia, cada uno llega a descubrir las raíces de su propia existencia”.

“La religión lleva a reconocer al otro como a un hermano en la humanidad. Dar a todos la oportunidad de conocer a Dios, con plena libertad, es ayudarles a forjarse una personalidad fuerte que los capacitará para dar testimonio del bien y de llevarlo a cabo, aunque cueste. Se podrá así construir una sociedad donde la sobriedad y la fraternidad triunfen sobre la miseria, sobre la indiferencia y el egoísmo, sobre la explotación y el derroche y, ante todo, sobre la exclusión”.

Recomendado por Guillermo Baranda sj

martes, 1 de mayo de 2012

Buen Pastor por Nathan Stone sj


Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí.  Juan 10:14

               Algo de confusión se ha producido sobre el envío a proclamar el evangelio a todas las naciones.  Algunos lo han comprendido como un mandato para colonizar territorios, culturas y conciencias.  No se proclama buena noticia; se decreta estado de sitio.  Los más fervorosos no salen a invitar, sino a imponer.   Dicen palabra de Dios como si fuera una orden dictada por una autoridad militar, dando a entender que quien no cumpla, puede esperar lo peor; fracasos y desgracias en esta vida, y las penas eternas, después.   El Resucitado trae la paz, pero los falsos pastores procuran el poder fomentando la ansiedad.   Saben que esto no es el estilo de Jesús, pero dicen que es necesario para obligar al pueblo a obedecer.

                Se absolutiza todo, y se excluye la misericordia por miedo a la relativización.  La libertad de los hijos de Dios se vuelve anatema.  La gente ha puesto su fe en la esclavitud, en la prohibición que parece descender de una autoridad irracional y arbitraria.  Se da a entender que, para ser católico, hay que obsesionarse hasta la última consecuencia con los detalles más insensatos; por el cumplimiento riguroso de la letra de la ley, cual fariseo frío, severo y sin amor.  Para así aplacar la ira de una divinidad que no desea salvar su rebaño, sino que está buscando un motivo para arrojar sus creaturas al infierno.  ¿Qué creencia es ésta? ¿Qué imposición más macabra y exótica?

                La cultura autoritaria ha colonizado el rebaño.  En la vida cotidiana, el pueblo aprendió a hacerse el simpático con los que llevan las riendas.  Se sabe que, ante la arrogancia terrenal, el hombre sencillo debe halagar, deferir y adular para ser recompensado con favores; o, al menos, para no ser perseguido.  El pueblo practica la hipocresía con sus maestros, gobernantes y patrones para sobrevivir.  A veces, es inconsciente; otras veces, descarada. 

                Hemos reconstituido el cristianismo de acuerdo al mismo modelo.  Es una visión pagana y supersticiosa.  Se hacen rezos y misas con temor, cinismo y resignación; como quienes fueran a realizar trámites en la municipalidad, para persuadir al Altísimo a resolver favorablemente sobre sus asuntos particulares.  Se cree que Dios no es bueno, ni compasivo, ni misericordioso; sino simplemente poderoso, categórico e implacable; alguien a quien se debe tratar con deferencia, no por amor, sino porque es él que firma los cheques; él que demanda pagamento de las deudas. 

La oración del católico es egoísta e infantil.  Se pide por sí mismo, por los proyectos personales, por la propia salud y por la prosperidad individual.  Se pide por los muertos, pero sólo por los muertos que fueron parientes cercanos y conocidos.  Ninguno pide por la salvación del mundo, ni por los abandonados, ni por los presos, ni por los refugiados, ni por los olvidados.  

Peor aún, el católico sólo sabe orar pidiendo.  Reza para conseguir beneficios.  No reza para conocer la voluntad de Dios, ni para ofrecerse en la misión, ni para comprometerse con el Reino.  No quiere entrar en comunión con su Creador, ni colaborar con la salvación del mundo.

Se fomenta una relación enfermiza con la autoridad.  No calza con el modelo de buen pastor.  A modo de ejemplo, veamos lo que, en la vida religiosa, se llama la santa obediencia.  Los medios la retratan como el principio fundamental de un ejército descerebrado, pronto para mentir y asesinar con tal de cumplir un voto arbitrario y obligatorio.  Es mito.  La santa obediencia no puede obligar al pecado.  Todo religioso tiene la obligación ante Dios de desobedecer en conciencia si alguna vez le pidan actuar en contra de la compasión, en contra del evangelio, en contra del amor misericordioso universal que el Resucitado anunció. 

Así, con más razón, en la vida laical.  En base a puras promesas bautismales, la autoridad no puede obligar a pecar, no puede exigir que se deje de amar al Dios con todo el corazón y al prójimo como a uno mismo.  No puede inventar otra prioridad más alta que esa. 

Hay un sólo absoluto, un solo principio inamovible en el evangelio de Jesucristo: el amor compasivo, la misericordia infinita que alimenta al hambriento, sana al leproso, perdona al pecador.  Para el Buen Pastor, la religión que adula la autoridad para conseguir favores sería irreconocible.  Si llegara a encontrar a su rebaño así como está;  todo cínico, obsesivo, pedigüeño, egocéntrico y ansioso; ciertamente, él diría, estas no son mis ovejas.   ¿Todos ahí sentados, afligidos por detalles insólitos, sin hacer nada por los demás?  Así no era.  Sus apóstoles daban todo lo que tenían por el Reino. Eran misioneros del amor compasivo, cien por ciento.  Debemos reencontrar ese camino. 

domingo, 29 de abril de 2012

Mensajes Semana Santa Benedicto XVI


(Para leer todos los mensajes haz click  AQUÍ)

LA FE EN CRISTO RESUCITADO TRANSFORMA LA VIDA, LIBERA DEL MIEDO Y LLENA DE ESPERANZA

Ciudad del Vaticano, 11 abril 2012 (VIS).-El Santo Padre ha dedicado su catequesis de la audiencia general de hoy a explicar la transformación que la Resurrección de Jesús produjo en sus discípulos; y ha reflexionado sobre el sentido que la Pascua tiene hoy para los cristianos: la fe en el Resucitado “transforma nuestra vida, la libera del miedo, le da firme esperanza, la anima con aquéllo que da pleno sentido a la existencia, el amor de Dios”.

Benedicto XVI ha recordado que la tarde del día de la Resurrección, los discípulos estaban encerrados en casa, llenos de temor e incertidumbre por el recuerdo de la Pasión del Maestro. “Esta situación de angustia cambia radicalmente con la llegada de Jesús. Entra a puertas cerradas, está en medio de ellos y les da la paz que (…) se convierte para la comunidad en fuente de alegría, certeza de victoria, seguridad en el apoyarse en Dios”.

Después del saludo, Jesús muestra a los discípulos sus heridas, “signo de lo que ha sucedido y que nunca más se borrará: su humanidad gloriosa permanecerá 'herida'. Este gesto tiene la finalidad de confirmar la nueva realidad de la Resurrección: el Cristo que está ahora ante los suyos es una persona real, el mismo Jesús que tres días antes fue clavado en la cruz. Y es así que, en la luz refulgente de la Pascua, en el encuentro con el Resucitado, los discípulos comprenden el sentido salvífico de su Pasión y muerte. Entonces, pasan de la tristeza y el miedo a la alegría plena”.
Jesús los saluda de nuevo: “La paz esté con vosotros”. No se trata solamente de un saludo, ha puntualizado el Papa, sino “del don que el Resucitado hace a sus amigos; y es, al mismo tiempo, una misión: esta paz, comprada por Cristo con su sangre, es para ellos y para todos, y los discípulos deberán llevarla a todo el mundo. (…) Jesús ha completado su tarea en el mundo, ahora les toca a ellos sembrar la fe en los corazones”.

Pero el Señor sabe que los suyos aún sienten temor. “Por eso, sopla sobre ellos y los regenera en su Espíritu; este gesto es el signo de la nueva creación. Con el don del Espíritu Santo que proviene de Cristo resucitado, comienza de hecho un mundo nuevo”.

En este punto, Benedicto XVI ha asegurado que “también hoy el Resucitado entra en nuestras casas y en nuestros corazones, a pesar de que a veces las puertas estén cerradas. Entra donando alegría y paz, vida y esperanza, dones que necesitamos para renacer humana y espiritualmente”. Solo Él puede acabar con las divisiones, enemistades, rencores, envidias, desconfianzas, con la indiferencia. Sólo Él puede dar sentido a la existencia de quien está cansado, triste, abatido y sin esperanza.

Así lo experimentaron los dos discípulos que el día de Pascua caminaban hacia Emaús, llenos de pesar por la reciente muerte de su Maestro. Jesús se acerca a ellos y los acompaña sin ser reconocido, explicándoles la Sagrada Escritura para que comprendan su misión salvífica. Más tarde piden a Jesús que se quede con ellos, y lo reconocen cuando bendice y parte el pan. “Este episodio -ha señalado el Papa- nos indica dos 'lugares' privilegiados donde podemos encontrar al Resucitado que transforma nuestra vida: (…) la Palabra y la Eucaristía”.

Los discípulos de Emaús regresan a Jerusalén para unirse a los otros, ya que “renace en ellos el entusiasmo de la fe, el amor por la comunidad, la necesidad de comunicar la buena noticia. El Maestro ha resucitado y con Él toda la vida resucita; testimoniar este acontecimiento se convierte para ellos en una necesidad ineludible”.
Benedicto XVI ha explicado que este tiempo pascual ha de ser para los cristianos una ocasión para volver a descubrir con alegría y entusiasmo los manantiales de la fe: “Se trata de recorrer el mismo itinerario que Jesús hizo atravesar a los discípulos de Emaús, mediante el redescubrimiento de la Palabra de Dios y la Eucaristía. El punto culminante de este camino, entonces como hoy, es la Comunión eucarística: en la Comunión, Jesús nos nutre con su Cuerpo y su Sangre para estar presente en nuestra vida, para hacernos nuevos, animados por la potencia del Espíritu Santo”.


Para terminar, el Santo Padre ha invitado a los fieles a tener fe en el Resucitado, quien “vivo y verdadero, está siempre presente entre nosotros, camina con nosotros para guiar nuestra vida”, y que “tiene el poder de dar la vida, de hacernos renacer como hijos de Dios, capaces de creer y de amar”. 

sábado, 7 de abril de 2012

La Belleza Insoportable por Nathan Stone sj


Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida, …eso les anunciamos.  1 Juan 1:1-2


Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe, vacía nuestra esperanza.  Así de simple.  Si la muerte es más fuerte que el amor, la humanidad queda derrotada, a la larga.  El amor sucumbe, dejando solamente un recuerdo nostálgico, sin sentido ni substancia. 
                   
Nuestra conmemoración anual de la ejecución del joven curandero de Galilea sería homenaje a una muerte trágica, un minuto de solidaridad con él y muchos otros, caídos delante de la maquinaria depredadora que devora la creación sin piedad. 
                  
Pero no es así.  Resucitó.  El Resucitado es la piedra angular.  Los discípulos dan testimonio de lo que han visto y oído.  Dan fe de haber tocado al Cordero inmolado, de haber sentido su aliento y los latidos de su corazón. 
                 
Más allá de las pequeñas primaveras, más profundo que los lindos amaneceres, más real que las abstracciones teológicas; el Resucitado es la luz en nuestra oscuridad, la esperanza en nuestra desesperación, el cálido abrazo de amor en un infierno de frialdad.
                   
Los ojos mortales están enceguecidos por la epidemia de fealdad.  Sobrepasados de falsos imágenes, fragmentados con distractores, corrompidos por promesas incumplidas; no lo ven.  Sin embargo, está presente, infundido en el corazón del mundo caído, redimiendo lo que está perdido, rescatando lo insalvable. 
                  
Se desconoce su belleza, misteriosamente oculta en el fétido basural de un planeta devastado.  Con todo, está.  Es la presencia real eucarística, oculta en el pan y el vino; en la tierra, el aire y el sol; vivificando donde la muerte desgarradora pretende reinar. 
                   
Los oídos mundanos; ensordecidos por el ruido ambiental, intoxicados por ritmos anestésicos, contaminados por mil mentiras espectaculares; no lo escuchan.  No obstante, está hablando, presente, orquestando armonía detrás de esta funesta disonancia ensordecedora. 
                    
No se reconoce su hermosura, sigilosamente escondida detrás de estridencias indescifrables, clamores de indignación y gritos de dolor.  Su belleza no se percibe por el ruido de los distantes cañones de los continentes sitiados por su propia estrechez de corazón. 
                  
La finura delicada del tacto; consumida por expropiaciones indebidas, decepciones frívolas y fantasías imposibles; se pierde.  A pesar de todo, en tiempo real, el Resucitado, presente y velado, coloca su mano sobre toda la creación y; como rey de masa, energía y sentido; ordena a la vida que se levante a caminar. 
                    
La belleza insoportable estremece.  La gente prefiere su mundo cibernético, enmarcado por la pantalla electrónica, fragmentado en ventanas cuadradas de realidad virtual, controlable, predecible y feo. La hermosura infinita desconcierta.  Pero es verdad.  Es real.  Está ahí.
                   
Si no fuera por su presencia redentora, si no fuera por la victoria del amor sobre la muerte, la cacofonía grotesca de esta intolerable cotidianidad ya se habrá llevado las más nobles almas al abismo insaciable.  
         
¿Qué hacer para poder ver?  ¿Cómo vencer la sordera para oír, gustar, tocar? Creo que es cuestión de valentía.  Hay que ser bien hombre (o mujer, de acuerdo al caso) para percibir al Resucitado, para reconocer su hermosura irresistible como verdad, para sentir la simple verdad como fuente de belleza, y así, sin temor, entregar la vida a su energía seductora. 


Pascua.1.2012.B.Belleza insoportable