lunes, 25 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN
Vida nueva... Nathan Stone sj
Todos nosotros, al ser bautizados en Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. Por este bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva. Romanos 6:3-4
Aleluya, aleluya, aleluya. No tengan miedo, aleluya. Yo sé que buscan a Jesús crucificado. Yo sé que la tragedia se te pega en el paladar, que el sufrimiento es real y no lo has superado. Sin embargo, no está aquí, pues, ha resucitado, aleluya. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto, aleluya. No lo podrán encontrar entre los muertos, aleluya. Porque Cristo vive, aleluya. Si vive él, entonces, el todo que quedó en nada por su muerte, no quedó en nada, sino en todo. El Reino proclamado no quedó en nada, sino en todo. La sanación de los enfermos, la vista a los ciegos, la libertad a los prisioneros, no quedaron en nada, sino en todo. Las bienaventuranzas, el tesoro escondido, la semilla de mostaza, no quedaron en nada, sino en todo. La vida de la hija de Jairo, la vida del hijo de la viuda, la vida de Lázaro, no quedaron en nada, sino en todo, aleluya. La crucifixión de Jesús pretendió desmentir su mensaje, la libertad, el amor gratuito, la buena notica. Pretendió transformar la esperanza de mundo nuevo en un cadáver vigilado por soldados, y no pudo. La ejecución de Jesús era para colocar las riendas de la religión nuevamente en manos humanas, bajo el control de las autoridades correspondientes, para la conveniencia de los poderosos. No resultó, porque el amor es más fuerte, la vida más potente, aleluya, aleluya. No está aquí, entre los muertos. No está aquí, entre los cadáveres. No está aquí, entre las tumbas. No está quieto, sino en movimiento. No es solo recuerdo, sino misión. No está aquí, recostado en su sepultura, porque está vivo, activo, en el mundo, ahora, haciendo cosas, renovando la creación, aleluya. Por el bautismo, fuimos sepultados con Cristo, para ser, con él, resucitados. La promesa no es el cielo después si te portas bien ahora. Anda a Galilea, ahí lo verás, hoy. Comparte la ruta del pobre, el espacio del marginado, la añoranza del joven. La promesa es vida nueva, sentido, llamado, misión, ahora. Peregrinarás acompañado por el mismo que venció a la muerte, aleluya. No está aquí, muerto, quieto y triste. Está ahí fuera. La gloria del Padre es la vida del Hijo, multiplicado en testimonio, elevado a potencia exponencial. La resurrección del Cristo ungido, Rey del Universo, es el nuevo Big Bang:explosión originaria de vida en amor para toda la creación. Porque grande es su amor, aleluya, porque eterna es su misericordia, aleluya. No te quedas sentado, aleluya. Todo ha cambiado, aleluya. Cristo venció a la muerte, aleluya. La piedra desechada es la piedra angular, aleluya. En esta noche de gracia, se une el cielo con la tierra, el espíritu con la carne, aleluya. Celebremos las bodas del Cordero, aleluya. Cristo, nuestra pascua, aleluya, aleluya. Jesús, nuestra paz, aleluya, aleluya, aleluya |
viernes, 22 de abril de 2011
El Gran Silencio
Viernes Santo
Por Nathan Stone sj
Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento, como alguien ante quien se aparta el rostro, tan despreciado, que lo tuvimos por nada. Pero él soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias, y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras rebeldías y triturado por nuestras iniquidades. Isaías 53:14
En este Viernes Santo, siento la necesidad de recordar a Héctor Marcial Garay Hermosilla, el Tito, nacido 1956 en Santiago de Chile, detenido y desaparecido el 8 de julio de 1974. Tenía 18 años cuando se lo llevaron desde la puerta del departamento de su madre. Ella fue testigo del suceso, y lo buscó hasta su muerte en agosto de 2006. Nunca supo su paradero.
Recordar al Tito en Viernes Santo no significa que era Jesús, ni santo, ni salvador de su pueblo, sino uno de miles que han perdido la vida injustamente acusados, torturados y ejecutados como parte de programas oficiales de gobiernos e instituciones en un mundo moderno que se cree democrático, respetuoso y libre. Es doloroso, pero imprescindible recordar.
Dios le dio una vida, y la dictadura del General Pinochet se la quitó. En esos años, era costumbre oír, en boca de los chilenos patriotas, no los pillaron rezando. No, en el caso del Tito, lo pillaron llegando a su casa desde la universidad donde era dirigente y militante. Se había ido para rendir una prueba de matemática. De alguna forma supo que agentes de la policía secreta iban en camino a su casa y volvió, porque estaba su madre sola en casa. Su padre estaba muerto, y el Tito era el hombrecito de la casa.
Lo llevaron, diciendo que era para hacerle algunas preguntas, nada más, y que lo soltarían en algunos días. No volvió. Su itinerario, según otros prisioneros sobrevivientes, incluyó la Villa Grimaldi y Cuatro Álamos; tortura, quebranto y un balazo final en una prisión en un lugar indeterminado en el sur. No se sabe más. Información oficial nunca hubo.
Lo que fue notablemente ausente en su proceso fue un juicio. No fue acusado, ni condenado ni sentenciado. Sencillamente, desapareció. En ese tiempo, la gente solía decir, por algo fue. La fantasía de un mundo justo es de las más difíciles de despejar.
Muchos chilenos sentían molestos por las incomodidades de la Unidad Popular, y alguien tenía que pagar. Tenía que correr la sangre de alguien, no importaba quien, para restablecer el orden. La justificación de la dictadura era que estos jóvenes tenían que morir para evitar el caos y el terrorismo. ¿Cómo eso? ¿Culpables, mediante decreto oficial, de abstracciones, blasfemias y fantasmas? Es quizás eso que me hace recordar al Tito en Viernes Santo.
Me duelen las injusticias que yo he vivido: acusaciones falsas, insinuaciones y descalificaciones. Que sea todo por el Reino de Dios. Pero ni se comparan con el enjuiciamiento injusto del Tito. No llevan relación alguna con la tortura y sumaria ejecución de los tres mil detenidos desaparecidos de Chile. Veinte mil en Argentina. Sin contar Brasil, Uruguay, Guatemala y El Salvador. Hay que sumar las víctimas del apartheid en Sudáfrica, los torturados de Abu Graib y Guantánamo, los exterminados en los campos de concentración hitlerianas, y cuántos más.
La paranoia del mundo moderno ha extendido la suspensión del proceso jurídico a muchos lugares y personas. Cada uno tenía rostro, nombre, familia, hermanos, amigos; angustias, alegrías y esperanzas. Trágicamente, los estados y sus instituciones se sienten justificados al así negar la vida a otros. Así tienen que hacerlo, según ellos, para definir su propia identidad.
Vemos las enormes injusticias de otros lugares y tiempos, diciendo que aquí y ahora, no es así. Pero es así. Seguimos gritando, aunque sea de lejos, aunque sea con nuestra complicidad pasiva, Crucifíquenlo, crucifíquenlo. Que el recuerdo del Tito nos salve de nosotros mismos.
miércoles, 20 de abril de 2011
Calendario Actividades días Santos
miércoles, 13 de abril de 2011
LA SANTIDAD ES LA MEDIDA DE LA VIDA CRISTIANA
CIUDAD DEL VATICANO, 13 ABR 2011 (VIS).-Durante la audiencia general de los miércoles, Benedicto XVI concluyó el ciclo de catequesis que ha dedicado durante dos años a las figuras de tantos santos y santas "que por su fe, su caridad, y sus vidas fueron y siguen siendo faros para muchas generaciones", y ofreció algunas reflexiones sobre la santidad.
"A menudo seguimos pensando -dijo el Papa- que la santidad sea una meta reservada a pocos elegidos". Sin embargo, "la santidad, la plenitud de la vida cristiana, no consiste en llevar a cabo hazañas extraordinarias, sino en unirse a Cristo, (...) en hacer nuestras sus actitudes, (...) su comportamiento. (...) El Concilio Vaticano II, en la constitución sobre la Iglesia, habla con claridad sobre la llamada universal a la santidad, afirmando que ninguno está excluido".
Pero una vida santa, prosiguió el pontífice, "no es principalmente el resultado de nuestro esfuerzo, porque Dios es (...) quien nos hace santos, es la acción de su Espíritu que nos anima desde dentro, es la misma vida de Cristo resucitado que se nos comunica y nos transforma. (...) La santidad, por tanto, tiene su última raíz en la gracia bautismal, en ser injertados en el misterio pascual de Cristo, con el que nos comunica su Espíritu, su vida de Resucitado. (...) Ahora bien, Dios siempre respeta nuestra libertad y nos pide que aceptamos este don y vivamos las exigencias que comporta, pide que nos dejemos transformar por la acción del Espíritu Santo, conformando nuestra voluntad a la voluntad de Dios".
"¿Cómo puede suceder que nuestra forma de pensar y nuestras acciones se conviertan en el pensamiento y la acción de Cristo?", se preguntó el Santo Padre. "Una vez más -dijo- el Concilio Vaticano II nos da una indicación clara; nos dice que la santidad cristiana no es más que la caridad plenamente vivida". Pero para que la caridad "como una buena semilla, crezca en el alma y dé frutos, los fieles deben escuchar de buen grado la palabra de Dios y, con la ayuda de su gracia, cumplir con obras su voluntad, participando con frecuencia en los sacramentos, especialmente la Eucaristía (...) aplicarse a la oración, a la entrega de sí en el servicio de los hermanos y al ejercicio de todas las virtudes. (...) Por lo tanto, el verdadero discípulo de Cristo se caracteriza por la caridad, sea hacia Dios que hacia el prójimo".
"La Iglesia, durante el año litúrgico, nos invita a recordar una serie de santos, es decir, a aquellos que vivieron plenamente la caridad, supieron amar y seguir a Cristo en su vida cotidiana. Todos ellos nos dicen que es posible para todos recorrer este camino. (...) Todos estamos llamados a la santidad: es la medida de la vida cristiana".
Benedicto XVI concluyó invitando a todos a "abrirse a la acción del Espíritu Santo que transforma nuestras vidas, para ser también nosotros teselas del gran mosaico de santidad que Dios sigue creando en la historia".
AG/
Recomendado por Guillermo Baranda
martes, 12 de abril de 2011
Carta de los Obispos
lunes, 11 de abril de 2011
Foro: Situación de la Iglesia y sociedad chilena hoy.
martes, 5 de abril de 2011
Declaración CVX Secundaria Pto. Montt
Declaración Pública.
Sobre
Como secundarios de
Las declaraciones efectuadas por el señor James Hamilton hace aproximadamente dos semanas en el programa “Tolerancia Cero” y las posteriores reacciones surgidas por parte de ciertos sacerdotes y laicos en los medios de comunicación nos ha llevado a que también nosotros, como Consejo de Servicio de la señalada Comunidad queramos expresar nuestro más profundo pesar y dolor por los abusos cometidos por parte del sacerdote Fernando Karadima, ex párroco de
Creemos que estos casos han sacado a relucir la cara más oscura de nuestra Iglesia. A los abusos, se le suman acusaciones de encubrimiento por parte de altos cargos de la jerarquía de
A pesar de lo anterior, nosotros hemos podido reconocer que nuestro llamado es a no perder de vista que no ha sido la totalidad de
Es en este contexto en que invitamos a nuestras comunidades y a nosotros mismos de manera personal a mostrar la otra cara de
Tenemos razones para estar agradecidos. Esta misma Iglesia, con la que ahora sufrimos y nos dolemos, es la que nos ha enseñado una manera nueva de vivir nuestra vida a través de
Consejo de Servicio
CVX Secundaria, Puerto Montt.
Carta Monseñor Ezzati
lunes, 4 de abril de 2011
Curso de Inicio CVX Jóvenes
Fotos: Catalina Anguita