martes, 27 de septiembre de 2011
Boletin Iglesia Antofagasta
MATRIMONIO Y SACERDOCIO: TESTIMONIAR EL AMOR DE CRISTO
CIUDAD DEL VATICANO, 11 SEP 2011 (VIS).- A las cinco de la tarde, el Santo Padre se encontró en la catedral de San Ciríaco con un grupo de sacerdotes y familias de la diócesis de Ancona, e invitó a unos y otros a reflexionar sobre la necesidad de reconducir los sacramentos del Orden y el Matrimonio a la única fuente de
Esta perspectiva "permite superar la visión reductiva que considera a la familia, como mera destinataria de la acción pastoral" cuando, en cambio, "es el lugar privilegiado de la educación humana y cristiana" y, por tanto, "el mejor aliado del ministerio sacerdotal". Por otra parte, "la proximidad del sacerdote a la familia la ayuda a tomar conciencia de su realidad profunda y de su misión".
"Ninguna vocación es una cuestión privada -subrayó- y mucho menos la del matrimonio, porque su horizonte es
"Queridos sacerdotes, por el don de la ordenación estáis llamados a servir como pastores a la comunidad eclesial, que es "familia de familias" (...) Cultivad una profunda familiaridad con
"Vuestro matrimonio -afirmó hablando a los esposos- se basa en la fe de que Dios es amor y de que seguir a Cristo es permanecer en el amor (...) Edificad vuestras familias en la unidad, un don que viene de lo alto y que alimenta vuestro compromiso en
"Que vuestro actuar cotidiano -instó a todos- tenga en la comunión sacramental su origen y su centro (...) La educación en la fe de las nuevas generaciones también pasa a través de vuestra coherencia. Sed testigos ante ellas de la belleza exigente de la vida cristiana" y "para los que están confiados a vuestra responsabilidad sed un signo de la benevolencia y la ternura de Jesús: en El se hace visible que el Dios que ama la vida no es ajeno o distante de los asuntos humanos, sino que es el Amigo que nunca abandona".
lunes, 26 de septiembre de 2011
Primado de Dios y Eucaristía
ES NECESARIO RECUPERAR EL PRIMADO DE DIOS EN EL MUNDO
CIUDAD DEL VATICANO, 11 SEP 2011 (VIS).-Esta mañana, el Papa Benedicto XVI se desplazó hasta la ciudad de Ancona (Italia) desde Castel Gandolfo, para presidir la Santa Misa de clausura del XXV Congreso Eucarístico Nacional italiano, que en esta edición ha tenido como lema "Eucaristía para la vida cotidiana". La concelebración tuvo lugar a las 10.00, en el Astillero de Ancona.
Durante la homilía, el Santo Padre se refirió al pasaje evangélico del discurso de Jesús sobre el pan de la vida, y explicó que la reacción de los discípulos, muchos de los cuales abandonaron entonces al Señor, no es muy diferente de nuestra resistencia "ante el don total que El hace de sí mismo. Porque acoger verdaderamente este don quiere decir perderse uno mismo, dejarse implicar y transformar hasta vivir en El".
La dificultad de la aceptación reside en que "a menudo confundimos la libertad con la ausencia de vínculos, con la convicción de que podemos actuar solos, sin Dios, que es visto como un límite a la libertad. Es ésta una ilusión que no tarda en convertirse en desilusión, generando inquietud y miedo".
Algunas ideologías dejan de lado a Dios, o simplemente lo toleran como una elección privada que no debe interferir con la vida pública, y han querido organizar la sociedad basándose en la economía y la fuerza del poder. Pero, dijo el Papa, "la historia nos demuestra dramáticamente" el fracaso del tentativo de asegurar el bienestar material y la paz prescindiendo de Dios y de su revelación.
Por ello, hoy día es necesario, ante todo, "recuperar el primado de Dios en nuestro mundo y nuestra vida, ya que es este primado el que nos permite encontrar la verdad de lo que somos, y es en el conocer y seguir la voluntad de Dios donde encontramos nuestro verdadero bien".
Eucaristía, fuente de desarrollo social positivo
El punto de partida para recuperar el primado de Dios es, precisamente,
Así, "una espiritualidad eucarística es, entonces, verdadero antídoto contra el individualismo y el egoísmo que a menudo caracterizan la vida cotidiana". Es también "el alma de una comunidad eclesial que supera divisiones (...) y valoriza la diversidad de los carismas y ministerios, poniéndolos al servicio de la unidad de
Una espiritualidad eucarística es, asimismo, el camino para devolver la dignidad al hombre "y, por tanto, a su trabajo, buscando conciliarlo con el tiempo para la fiesta y para la familia, y con el esfuerzo por superar la incertidumbre de la precariedad y el problema del desempleo". Nos ayudará también a acercarnos a las diversas formas de la fragilidad humana, "conscientes de que no ofuscan el valor de la persona, sino que requieren proximidad, acogida y ayuda".
Por todo ello, el Santo Padre concluyó afirmando que "no hay nada de auténticamente humano que no encuentre en
jueves, 22 de septiembre de 2011
TeDeum Antofagasta y Santiago
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Conversando con... Ximena Rincón

miércoles, 14 de septiembre de 2011
Ejercicios para Adultos
Mi sueño de Chile
MI SUEÑO DE CHILE
RAÚL CARDENAL SILVA HENRÍQUEZ
19 de noviembre de 1991
Me preguntan por el país que sueño o que deseo. Y debo decir que mi deseo es que en Chile el hombre y la mujer sean respetados. El ser humano es lo más hermoso que Dios ha hecho. El ser humano es “imagen y semejanza” de la belleza y de la bondad de Dios. Quiero que en mi patria desde que un ser humano es concebido en el vientre de una mujer, hasta que llega a la ancianidad sea respetado y valorado. De cualquier condición social, de cualquier pensamiento político, de cualquier credo religioso, todos merecen nuestro respeto.
Quiero en mi país todos vivan con dignidad. La lucha contra la miseria es una tarea de la cual nadie puede sentirse excluido. Quiero que en Chile no haya más miseria para los pobres. Que cada niño tenga una escuela donde estudiar. Que los enfermos puedan acceder fácilmente a la salud. Que cada jefe de hogar tenga un trabajo estable y que le permita alimentar a su familia.
Y que cada familia pueda habitar en una casa digna donde pueda reunirse a comer, a jugar y a amarse entrañablemente.
Quiero un país donde reine la solidaridad. Muchas veces ante las distintas catástrofes que el país ha debido enfrentar, se ha demostrado la generosidad y la nobleza de nuestro pueblo. No es necesario que los terremotos solamente vengan a unir a los chilenos. Creo que quienes poseen más riquezas deben apoyar y ayudar a quienes menos poseen. Creo que los más fuertes no pueden desentenderse de los más débiles. Y que los más sabios deben responsabilizarse de los que permanecen en la ignorancia. La solidaridad es un imperativo urgente para nosotros. Chile debe desterrar los egoísmos y ambiciones para convertirse en una patria solidaria.
Quiero un país donde se pueda vivir el amor. ¡Esto es fundamental! Nada sacamos con mejorar los índices económicos o con levantar grandes industrias y edificios, si no crecemos en nuestra capacidad de amar. Los jóvenes no nos perdonarían esa falta. Pido y ruego que se escuche a los jóvenes y se les responda como ellos se merecen. La juventud es nuestra fuerza más hermosa. Ellos tienen el derecho a ser amados. Y tienen la responsabilidad de aprender a amar de un modo limpio y abierto. Pido y ruego que la sociedad entera ponga su atención en los jóvenes, pero de un modo especial, eso se lo pido y ruego a las familias ¡No abandonen a los jóvenes! ¡Escúchenlos, miren sus virtudes antes que sus defectos, muéstrenles con sus testimonios un estilo de vivir entusiasmante!
Y por último, quiero para mi patria lo más sagrado que yo pueda decir: que vuelva su mirada hacia el Señor. Un país fraterno sólo es posible cuando se reconoce la paternidad bondadosa de nuestro Dios. He dedicado mi vida a esa tarea: que los hombres y mujeres de mi tierra conozcan al Dios vivo y verdadero, que se dejen amar por Él y que lo amen con todo el corazón. Quiero que mi patria escuche